Hoy es uno de esos días mundiales, internacionales o lo que sea que habría que celebrar a diario: el Día de la Madre.
Es uno de los ‘cargos’ ganados a pulso que merecen más reconocimiento
por parte de todos. Y es que así si que se confirma como ninguna otra
cosa que ser madre es una actitud ante la vida. Una actitud que debe
provocar la admiración y el más profundo respeto de todos.
Las
madres creen como nadie en que un mundo mejor es posible y sacrifican
su vida para que así sea y sus hijos lo puedan disfrutar. Renuncian a
mil y una cosas por ellos y siempre de manera desinteresada. Para ellas,
nada es suficiente.
Por no desviarme mucho de la
temática, me atrevo a compararlas a los Emprendedores de verdad. A los
que yo siempre tengo en mi punto de mira y a los que admiro. Definiré
una docena de características que ambos tienen.
Pasión:
las madres, como decía, se entregan en cuerpo y alma para lograr que su
‘empresa’, su familia, salga adelante. Es un componente esencial y que
lleva asociadas otras conductas inseparables.
Visión:
Cuando tu vas, las madres ya están de vuelta (algunas llevan varias).
Son visionarias. Detectan posibles problemas futuros. Son cautas y de
carácter conservador. No arriesgan a menos que sea estrictamente
necesario. Esa visión les permite establecer metas y así poder detectar
prioridades y necesidades presentes.
Capacidad de aprendizaje:
Siempre están aprendiendo para poder ayudar. Estudian antes que sus
hijos los temas del colegio para poderles echar una mano con los
‘deberes’, llevan la contabilidad de la casa como nadie y tienen claro
los conceptos ‘debe’ y ‘haber’.
Lograr resultados:
saben que pueden controlar su destino y que tomar decisiones les
llevará por el camino hacia ese objetivo. Son conscientes de que
arrastran con ellos una empresa llamada ‘familia’, con un personal a su
cargo llamados ‘hijos’ y que hagan lo que hagan el fin ha de ser
convertir a ese personal y a esa empresa en líderes del mercado. Son la
mejor guía.
Determinación y coraje:
Aceptan como nadie los problemas y no dudan en ponerse manos a la obra
para enfrentarse a ellos y solucionarlos. Utilizan esa visión de la que
hablaba antes para anticiparse en la medida de lo posible, identificar
el problema y darle solución.
Creatividad e Ingenio:
Hacen magia. Generan continuamente valor a su alrededor. Enriquecen.
Son diferentes. Hacen que todo parezca más sencillo de lo que realmente
es.
Persistencia: Jamás se dan por
vencidas. Encuentran mil maneras de hacer algo para que al final todo
nos resulte más sencillo y consigamos el éxito con el menor esfuerzo.
Sentido de oportunidad:
Identifican como nadie las necesidades que tengamos, los problemas y
las tendencias de nuestro alrededor y buscan como satisfacerlas. Nos
quieren ver felices.
Trabajo en equipo:
Buscan el consenso, tienen la última palabra teniendo en cuenta las
opiniones del resto, hacen que todos se impliquen y reine la armonía.
Autoestima:
No importa lo que pase en su interior, siempre muestran fortaleza,
positivismo y seguridad. Eso al final se traduce en un efecto contagio
que se traduce en éxito.
Asertividad:
No, nos dan rodeos, y dicen las cosas como las hay que decir… pero
tienen esa habilidad especial para no hacer daño con sus palabras.
Organización: Llevan el día a día como nadie, tienen todo organizado dentro de la flexibilidad.
…
y así podría seguir hasta el infinito. ¿Lo mejor? Que son así de
verdad, que les sale del corazón y que lo hacen desde la mayor de las
generosidades posibles.
Ayudan a sus hijos por encima
de todo. Da igual lo lejos que estén, que vivan en el piso de arriba o a
600 kms. Incluso cuando no pueden, sacan fuerzas no sé de dónde, y por
muy mal que estén las cosas, esa ayuda aparece por arte de magia y,
además, te regalan la mejor de las sonrisas. Son el mejor exponente de
eso que digo que entre ser ordinario y extraordinario ‘solo’ hay un
pequeño ‘extra’. Y éste lo tienen las Madres.
Me atrevo
a decir que todavía queda mucho por hacer para que se les reconozca de
verdad todo lo que han hecho, hacen y harán por nosotros. Es cosa de
todos y sé que lo podemos conseguir porque se lo merecen… y lo sabemos.
Nadie lo duda.
Solo añadir que este escrito lo hago en
tiempo récord. Ha sido sencillo porque he utilizado un truco: pensar en
mi Madre. Porque así es ella. Y a ella le debo lo que soy. Gracias por
todo madre mia!!!
Te Quiero…. Siempre!!!
Dices verdades como puños. No hay nadie como una madre.
ResponderEliminarDisfruta de la tuya mientras puedas...
Besos querida amiga.
Bonito homenaje para ella, seguro que se siente muy feliz.
ResponderEliminarBesos compañera.
:)
ResponderEliminarQué orgullosa se ha de sentir de ti, mi rebelde!!
Besos.