El arma de los desarmados...

No doy crédito a la manera de pensar de algunas personas, respeto cualquier opinión, pero también tengo derecho de defender mi manera de ver el mundo y de escribir lo que analizo de este mundo que ven mis ojos.

El año pasado, abrí un blog junto a un ser muy especial y querido por mi, sin embargo, por mi manera de actuar, hasta ahora incomprensible para el, he tenido que desviar ese camino y emprender otro yo sola, con mucho temor a equivocarme de nuevo, pero con pie firme para no volver a caer y para afrontar lo que me venga, pues no hay peor error que creerse incapaz de errar.

El blog lo abrimos, decía, porque yo le exprese a el, las ganas inmensas de comunicar y de expresar mi sentir y mi manera de ver el mundo.
 Bueno, menciono esto ultimo, solo por querer decir, que me gusta escribir y emitir opiniones sobre diversos temas que acontecen en nuestro día a día.

En mi vida he leído muchos libros, unos buenos otros mejores, pero todos los libros para mi, merecen ser leído, pues tod@s l@s escritor@s merecen ser reconocid@s en su trabajo y tiempo literario.

Algunas personas critican el hecho de que yo menciono, escribo o posteo demasiado sobre poetas, poetisas, escritor@s o cantantes extranjer@s. Advirtiendo que aquí en Venezuela existen muy buen@s (como si yo no lo supiera)...en fin.

Bueno, a esas personas que me critican, les diré lo siguiente:

Vivimos en un mundo bordeado con fronteras políticas y territoriales y no voy a ser yo, quien le ponga fronteras al mundo del arte, eso nunca, pues la música, la cultura y la literatura son las armas que poseemos y tenemos los desarmados.  

¡¡¡SON NUESTRAS ARMAS PARA LA RESISTENCIA!!!

Y a esta euforia que me acompaña al escribir este post, la tranquilizare con una taza de té de hierbabuena y con esta melodía que me pone pequeñita...