viernes, septiembre 13, 2013

Apego...

 Dice el proverbio hindú:
“El agua se purifica fluyendo; el hombre, avanzando”
 El mundo está lleno de sufrimiento; la raíz del sufrimiento
es el apego; la supresión del sufrimiento
significa la eliminación, el abandono de los apegos.
Hay un deseo común, que es el cumplimiento
de lo que se cree que va a dar felicidad al yo, al ego.
Ese deseo es apego, porque ponemos en él
la seguridad, la certeza de la felicidad.
Es el miedo el que nos hace desear la felicidad,
y ella no se deja agarrar.
Ella es. Esto sólo lo descubrimos observando,
bien despiertos, viendo cuándo nos mueven los miedos
y cuándo nuestras motivaciones son reales.
Si nos aferramos a los deseos, es señal de que hay apego.
¿Abandonar los apegos significa apartarse del mundo material?
La respuesta es: ¡No!
Uno usa el mundo material, uno goza el mundo material,
pero no debe hacer depender su felicidad del mundo material.
¿Está esto suficientemente claro?
Uno comienza a gozar las cosas cuando está desapegado,
porque el apego produce ansiedad.
Si estás ansioso cuanto te aferras a algo,
difícilmente podrás gozarlo.
Por lo tanto, lo que te propongo no es una renuncia al goce:
es una renuncia a la posesividad, a la ansiedad,
a la tensión, a la depresión frente a la pérdida de algo.
¿De dónde crees que provienen todos los conflictos?
De los apegos.
¿De dónde crees que proviene el sufrimiento?
De los apegos.
¿De dónde crees que proviene la soledad?
De los apegos.
¿De dónde crees que proviene el vacío?
Tú lo sabes: el origen es el mismo.
¿De dónde crees que provienen los temores?
También de los apegos. Sin apego no hay temor.
¿Lo pensaste alguna vez?
Sin apego no hay temor.

Anthony de Mello

3 comentarios:

  1. Me siento feliz al no poder apegarme a la muchacha del vídeo.
    Besos India Rebelde!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Imagínate que me llegara a apegar a esa muchacha, cuán grande sería mi sufrimiento ja ja ja, entonces mejor no apegarse y ser feliz...

      Eliminar

La herida causada por una lanza se puede curar, pero la causada por la lengua es incurable....

Proverbio árabe.