Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ellas cayeron en un pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo que era, le dijeron a las caídas que, para efectos prácticos debían darse por muertas. Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les decían que esos esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio vencida y murió. La otra continuó saltando con tanto esfuerzo como le era posible. La multitud le gritaba que era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo. Las otras le preguntaron: ¿No escuchabas lo que te decíamos? La ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban animando desde el borde a esforzarse más y más para salir del hueco.
El poder de la palabra. Una voz de aliento de alguien es en muchos casos muy necesario para ayudarnos a salir de problemas.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero hay gente que con una palabra te puede hacer ver maravillas.
ResponderEliminarBesos India rebelde.
Ser sordo al rebaño y al espíritu gregario siempre nos sacará del foso.
ResponderEliminarBesos India Rebelde!!!
Así entiendo yo también el mundo, a veces aquellos quieren sacarte del hoyo son los que más te hunden... a seguir caminando, y que cada cual decida de su propio camino y cómo quiere andarlo.
ResponderEliminarUn beso, rebelde.