Se cuenta la leyenda de un hombre trabajador que tuvo que trabajar en
el día de los muertos (2 de noviembre) así que le pidió a su esposa que
por favor le hiciera un altar a su difunta madre y le dio el dinero para
las ofrendas, el hombre se fue al trabajo y por más que quiso no pudo
llegar a tiempo para ayudar con el altar, su esposa ignoro lo del altar y
solo coloco una veladora sobre un ladrillo , cuando el hombre venia de
regreso de su trabajo vio a una mujer que iba mal vestida, descalza ,
triste y con una veladora y un ladrillo a colocarlo sobre el altar del
pueblo, al mirarla sintió tristeza y cuando llego a su casa vio que no
estaba el altar , le pregunto a su esposa que paso con el altar y le
respondió que mejor se gastó el dinero en alimentos y demas.... Algo de
más provecho y solo vio una veladora sobre un ladrillo… pues al ver
esto soltó el llanto porque aquella mujer a quien había visto el, era su
difunta madre…
sábado, octubre 28, 2017
viernes, octubre 27, 2017
Deberíamos de pensarnos menos y besarnos más o mejor dicho comenzar a
besarnos para después seguir besándonos de manera muy prolongada y
exaltada.
Realmente existe un anhelo, un cosquilleo, una electrizante sensación de mi boca por probar tu boca. El deseo se ha acrecentado a pasos agigantados, y cuánto te he soñado, mordiendote los labios y jugueteando con tu lengua; despierto y un hormigueo se adueña de mis labios, vuelvo a morderlos y chuparlos, cierro los ojos y no dejo que se esfume la bendita obsesión de tener tus labios en mis labios.
Deberíamos culminar esos abrazos que empeñan a fundirnos, deberíamos engancharon como se enganchan nuestras miradas y valernos de las chispas emandas e incendiarnos los ojos, las bocas, los rostros y todas las ganas que tontamente disimulamos.
Deberíamos dejar de planear encuentros que terminamos saboteando, deberíamos pasar las intenciones a las acciones, a tomar tu mano, a imaginar futuros inciertos, deberíamos estar en este momento tomando un café y hablando, deberíamos encontrarnos sin buscarnos, entrelazar nuestros dedos, nuestras manos, nuestros sueños y por fin a día de estos, de los sueños, de las mentes, de las piernas, de las manos, de los cuerpos, de los labios…
Realmente existe un anhelo, un cosquilleo, una electrizante sensación de mi boca por probar tu boca. El deseo se ha acrecentado a pasos agigantados, y cuánto te he soñado, mordiendote los labios y jugueteando con tu lengua; despierto y un hormigueo se adueña de mis labios, vuelvo a morderlos y chuparlos, cierro los ojos y no dejo que se esfume la bendita obsesión de tener tus labios en mis labios.
Deberíamos culminar esos abrazos que empeñan a fundirnos, deberíamos engancharon como se enganchan nuestras miradas y valernos de las chispas emandas e incendiarnos los ojos, las bocas, los rostros y todas las ganas que tontamente disimulamos.
Deberíamos dejar de planear encuentros que terminamos saboteando, deberíamos pasar las intenciones a las acciones, a tomar tu mano, a imaginar futuros inciertos, deberíamos estar en este momento tomando un café y hablando, deberíamos encontrarnos sin buscarnos, entrelazar nuestros dedos, nuestras manos, nuestros sueños y por fin a día de estos, de los sueños, de las mentes, de las piernas, de las manos, de los cuerpos, de los labios…
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