Pan y circo

"La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter, de tal manera que se puede afirmar de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona."

Schopenhauer

 De todos los seres vivientes del planeta, los seres humanos somos los únicos que tenemos conciencia de la vida, esa sustancia mística y misteriosa que fluye en nosotros y que constituye sin duda nuestro mayor tesoro. El regalo de la vida lo compartimos también con nuestros pequeños hermanos, los animales y las plantas, pero en este post, me refiero a los animales, ellos tal vez no estén tan consientes de ello como nosotros al demostrar su amor y deseos de vivir en el cariño y protección que brindan a sus hijos y en la pasión con la que defienden sus vidas cuando son puestas en peligro. 
El mundo contemporáneo, "la civilización" como acostumbramos llamarle ha puesto en peligro el delicado equilibrio de la vida que surgió en este planeta, según datos de la ONU las tasas de extinción se han incrementado más de 50 veces de lo normal debido al hombre, porque somos el único ser viviente que no toma solo lo que necesita para subsistir sino que además extraemos los recursos de la tierra para necesidades tan superfluas como la moda,  los convencionalismos sociales y para satisfacer nuestra terrible adicción al placer que es aveces culinario y otras veces es solo por diversión. Sí, el ser humano que dice estar consciente de la vida, que dice amar la vida, es el único ser viviente del planeta que es capaz de matar y torturar por placer.
 ¡por pura diversión!

El que pague por ver cómo a un ser vivo y noble le burlan y clavan una pica debería de pedir perdón a la vida y a su conciencia!!

Siempre he sido amante de los animales, desde muy pequeña, he compartido mis espacios con ellos y/o he visto, en mis visitas al campo su maravillosidad. Pero mi inocencia cambio, luego que asistí a una corrida de toros en mi ciudad natal Mèrida. Allí, al ver todo aquel espectáculo vil y cruel contra un animal inocente, me anime a buscar información sobre esa pesadilla llamada "arte taurino" y pude constatar luego, con una visita a la famosa plaza de toros Roman Eduardo Sandia. Allí le propinan con sacos de arena, tremendas palizas al animal prisionero para quebrantarlo, le propinan tremendos ayunos sustituidos poco antes de la fiesta por una comida excesiva para cansar al toro, sumado a la técnica de hacerle dar con la capa varias vueltas al ruedo para agotarlo...vasta observar la respiración del pobre animal para darse cuenta de su cansancio antes de empezar la faena.

Con todo esto, me di cuenta, en mi ingenuidad de muchacha (los ingenuos ven la verdad), de que el toro era el único inocente que había en la plaza, que solo buscaba una salida al ruedo del suplicio, tanto que a veces, en su desesperación, se lanzaba al tendido y el publico pensaba que iva a por el/ella. Yo lo he visto sufrir estocadas y estocadas, porque casi nunca se le mata a la primera, y ha quedado en mi memoria un pobre toro gimiendo en el centro de la plaza, con el estoque a medio clavar, pidiendo una piedad inútil..

¡El animal estaba pidiendo piedad!

 (Eso ha quedado en mi memoria)

Y yo sin poder hacer nada, pero... desde entonces, libre en mi consciencia, he denunciado y continuare haciéndolo, pues he visto los ojos de los animales, y no he podido perder esa memoria. 

La pica le rompe al toro los músculos del cuello, y a partir de entonces el animal no puede girar la cabeza y solo logra embestir de frente. Así el "artista" sabe por donde van a pasar los cuernos y arrimarse después como un héroe, manchandose con la sangre del lomo del animal a mayor gloria de su valentía y su arte.

¿Que clase de mundo heredaremos a nuestros hijos si les mostramos tan poco respeto e interés por la vida?, ¿Cómo podremos detener la violencia si permitimos que en espectáculos masivos e incluso en la televisión corra la sangre de seres inocentes sin que hagamos algo por detenerlo?.

Me dan asco las personas que defienden lo indefendible, y llaman fiesta nacional, a un crimen.

Afrontemos la responsabilidad de estar conscientes de la vida velando por ella, ¡Defendamos la vida!, ¡Detengamos la tortura y matanza por diversión!

Habran dos clases de personas que lean este post:  los que sientan dolor y los que le sean indiferentes.

Dos formas diferentes de entender la vida, de empatizar con cualquier criatura viva, de definir el concepto de arte, del significado de diversion y el/la que se crean con autoridad de juzgar al projimo, sin medir sus actos.