miércoles, octubre 31, 2012

El Ultimo Trago

"La confianza en sí mismo es el requisito para las grandes conquistas"
Ben Jonson

Hoy enlazo la frase de cabeza con esta otra de Marie Curie: “La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero... ¡Qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa haya que alcanzarla, cueste lo que cueste”.

Sí, claro. Hoy se trata de la confianza. Esa cualidad sin la cual todo se hace cuesta arriba, hasta el punto de hacer que nos sintamos perdidos e incapaces de movilizarnos hacia ninguno de nuestros objetivos.

Bien es cierto, que con confianza el nivel de dificultad de las cosas que nos proponemos no disminuye, pero también lo es que con ella incrementamos la fe en poder alcanzarlas, lo que, más o menos, viene a significar lo mismo.

Y sí, obviamente, es crucial tener el respaldo ajeno, pero más importante es poseer la formula que haga crecer y desarrollar por nuestros medios la confianza propia. No siempre dispondremos de quien esté dispuesto a apostar por nosotros, pero siempre se puede contar con uno mismo.

Hay una historia, recientemente acaparó mucho espacio en los medios de comunicación, que me fascina. Trata, aparentemente, de la concesión del Premio Nobel de Medicina y Fisiología a Sir John Gurdon, compartido con el científico japonés Shinya Yamanaka, por un trabajo pionero sobre la clonación.

Haciendo un poco de historia, Sir John Gurdon, de 79 años, biólogo de la Universidad de Cambridge, fue el primero en clonar un animal de una sola célula, prendiendo, al hacerlo, una chispa lenta en el desarrollo de la tecnología de células madre, capaz de revolucionar la medicina en el siglo XXI.
  Hasta aquí nada especialmente llamativo. Estupenda recompensa para gente que la merece. Pero la historia de Gurdon se remonta a bastantes años atrás, cuando apenas contaba 16 años. En aquella época, el ahora premio Nobel estudiaba en el reputado colegio Eton, el colegio de la aristocracia inglesa, y su profesor de biología escribió un feroz informe sobre él en el que le tildaba de "desastre y fracasado." Alguien que insistía en "hacer el trabajo a su manera". "Creo que quiere ser un científico, seguía expresando en su informe el malhadado profesor, lo cual es ridículo: aquel que no entiende simples hechos biológicos no tendrá la menor posibilidad de ser un especialista...".

Ya hemos comprobado lo bien que le fue al 'vago' de Gurdon años más tarde, por "hacer el trabajo a su manera". De hecho, fue tan importante en su vida aquel informe que lo condenaba para siempre a la mediocridad, que aún lo tiene colgado en su oficina de Cambridge y fue lo primero que mencionó en la rueda de prensa tras enterarse de que le habían dado el Nobel. "Así también es la ciencia -dijo-, los experimentos fallidos son los que conducen al acierto".

Si Gurdon hubiera creído la profecía de aquel maestro, probablemente se hubiera dedicado a algo vitalmente más asequible. Pero no. No hay que dar crédito a las voces que nos denigran, nos deshinchan o nos recortan las alas. Ya somos mayorcitos para saber hasta dónde podemos llegar, sin necesidad de que nadie nos anticipe fracasos. El mejor consejo que podría darte es que apostaras siempre por ti, ya que jamás perderías esa apuesta. Y si crees no tener razones para apostar por ti, búscalas, nútrete de valor, persigue la confianza haciendo cosas cada vez más grandes; estudia, progresa, construye y no te quedes jamás parado ante la percepción -falible- de otro ser humano.

 Chavela Vargas - En El Ultimo Trago 

En honor a esta hermosa mujer, ya fallecida..

5 comentarios:

  1. Amiga India: Me ha gustado sabe resta anécdota de Gurdon, el premio Nobel. Ya ves, hasta los profesores se equivocan. No me cabe duda que la perseverancia y la confianza en uno mismo hacen verdaderos milagros.
    Excelente entrada, Amiga.

    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

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    1. Mi querido Mos, me alegra que te haya gustado y servido esta entrada, te confieso que es informacion que aunque circula por la web, muchas veces no se conoce, por ello la recopilo y le doy mis toques.

      Besos desde el Caribe soñado

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  2. No conocía esta anecdota de Gurdon, pero conozco alguna de ese estilo en otros grandes, por ejemplo sobre Rudyard Kipling, al que despidieron de un periódico diciéndole que no sabía emplear el lenguaje en inglés... Ya ves, lo que son las cosas.
    En cuanto a Chabela única. Una frase suya adorna Pueblo poeta.
    Un abrazo.

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  3. India Rebelde, gracias por estos momentos tan bellos con los que nos deleitas.

    Besos compañera.

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  4. Nadie tiene que perder o ganar por uno mismo, quien se supedita al criterio ajeno ya perdió sin haber perdido.
    Importante anécdota que ilustra el poder de decisión que todos debemos tener y saber manejar con independencia sobre todo cuando se trata de nuestro destino, el poder lo tiene cada quien y no debe por nada relegarlo ni siquiera al más sabio.
    Hermosas fotografías y la Chavela todo un ejemplo de lo expresado en esta publicación, hasta con un par de pistolas andaba para hacerse respetar ja ja ja.
    Mi gran abrazo en medio de tus tantas ocupaciones!!!

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La herida causada por una lanza se puede curar, pero la causada por la lengua es incurable....

Proverbio árabe.