sábado, octubre 27, 2012

Las mujeres que aman demasiado


A través de mi contador de estadísticas, veo cada día las diferentes Url de referencia desde que las personas acceden a mi blog.
Un gran número lo hacen desde motores de búsqueda como Google y es muy curioso lo que escriben.

Búsquedas tales como… “alejarse de un amor”…”como hago para olvidarlo”… “Él no me ama”…“dejar de sufrir por amor”… “como dejar de pensar en ella” etc… son las que mas lectores reportan a mi espacio.
Me reconforta pensar que estas personas puedan encontrar un poco de consuelo entre mis letras, porque me estremece constatar el grado de soledad y desespero que les hace buscar un poco de consuelo en google (yo lo he hecho también alguna que otra vez).

Es a todos esos que sufren de desamor, que se sienten perdidos e “invadidos” de presencias y recuerdos perjudiciales, que quiero hablar de un libro que quizá pueda ser de utilidad.
 Se trata del libro de Robin Norwood “Las mujeres que aman demasiado", en el que mediante ejemplos e historias de mujeres que sufren por amor, se trata de buscar la solución y el origen de nuestro problema.
Si tu eres alguien (hombre o mujer) que en estos momentos estas tratando de olvidar desesperadamente a alguien, si te sientes no correspondido, o simplemente te cansaste de sufrir por amor, puedes probar a leer este libro del que te dejo un estupendo fragmento:


las muejres que aman demasiado
“Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y características básicas, pero las soportamos con la idea de que, si tan sólo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, él querría cambiar por nosotras, estamos amando demasiado.
Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso, quizá, nuestra salud e integridad físicas, sin duda estamos amando demasiado.

Cuando la mayoría de nuestros pensamientos comienzan con "él...", estamos amando demasiado. Cuando disculpamos su mal humor, su indiferencia o sus desaires como problemas motivados por el estrés y tratamos de convertirnos en su terapeuta, estamos amando demasiado. Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los pasajes que tienen que ver con él, estamos amando demasiado.
Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado.
La mujer cae en una sensación profunda de fracaso y desesperación.
Si ni siquiera puede hacer que alguien tan necesitado e inadecuado, como la persona que la dejó, la ame, ¿cómo podría esperar ganar y conservar el amor de un hombre más sano y apropiado?
Eso explica por qué con tanta frecuencia una mujer así pasa de una mala relación a otra que es peor aun: porque con cada fracaso se siente cada vez menos digna.
Quienes amamos demasiado estamos llenas de miedo: miedo a estar solas, miedo a no ser dignas o a no inspirar cariño, miedo a ser ignoradas, abandonadas o destruidas. Damos nuestro amor con la desesperada ilusión de que el hombre por quien estamos obsesionadas se ocupe de nuestros miedos. En cambio, los miedos —y nuestra obsesión— se profundizan hasta que el hecho de dar amor para recibirlo se convierte en la fuerza que impulsa nuestra vida. Y como nuestra estrategia no da resultado, tratamos, amamos más aún. Amamos demasiado."
Robin Norwood - Las mujeres que aman demasiado


Marta Sanchez - Desesperada

4 comentarios:

  1. Es cierto que a veces acuden a nuestros Blogs diferentes personas que a través de los motores de búsqueda ponen esas palabras que citas y otras muchas parecidas. Espero que mitiguen la soledad, si es posible, y encuentren en la realidad aquello que buscan.
    Un abrazo y feliz domingo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Casualidad Rafael, acabo de dejarte un mensaje donde te escribia que la alegria es lo mas fragil que nosotros los seres humanos tenemos... y que esta en nosotros cuidarla para que perdure en el tiempo.... dificil si, pero imposible no.

      Gracias por tu compañia.

      Besos caribeños.

      Eliminar

  2. Defender la alegría como una trinchera
    defenderla del caos y de las pesadillas
    de la ajada miseria y de los miserables
    de las ausencias breves y las definitivas

    defender la alegría como un atributo
    defenderla del pasmo y de las anestesias
    de los pocos neutrales y los muchos neutrones
    de los graves diagnósticos y de las escopetas

    defender la alegría como un estandarte
    defenderla del rayo y la melancolía
    de los males endémicos y de los académicos
    del rufián caballero y del oportunista

    defender la alegría como una certidumbre
    defenderla a pesar de dios y de la muerte
    de los parcos suicidas y de los homicidas
    y del dolor de estar absurdamente alegres

    defender la alegría como algo inevitable
    defenderla del mar y las lágrimas tibias
    de las buenas costumbres y de los apellidos
    del azar y también, también de la alegría.


    Amiga mía dejo este poema de ESTE GRAN SER HUMANO .

    Feliz domingo

    ResponderEliminar
  3. Gracias amiga por adornar mi blog con tamaño poema!!! Confieso que no lo conocia... y me ha dejado un buen agrado en el alma, pero sobre todo, por venir de ti (Ya tu me entiendes).

    Feliz domingo y mejor semana que comienza!!!

    Te dejo un sutil abrazo y mi alegria por tu visita.

    Besos.

    ResponderEliminar

La herida causada por una lanza se puede curar, pero la causada por la lengua es incurable....

Proverbio árabe.