martes, diciembre 25, 2012

Fe@s

“Rodéense de personas que los quieran, 
y si no los quieren, échenlos”
Ray Bradbury
 El trato con los demás no siempre resulta sencillo. A lo largo de un solo día vamos encontrándonos con caracteres tan diferentes entre sí, que hacen de la relación interpersonal un ejercicio de equilibrios difícil, siempre y cuando se pretenda una cierta armonía y una convivencia feliz o, por lo menos, eficaz.

Sinceramente, pienso que hay personas muy extrañas y complejas de trato, y digo esto, contextualizando y asumiendo que habrá otros que piensen exactamente igual de mi.

Por ejemplo, hay personas que prácticamente no hablan con quienes les rodean, ensimismadas en un mundo impenetrable. Otras que si lo hacen, pero sólo si pueden obtener algún beneficio de ello a cambio, porque sino la conversación con los demás pierde interés. Hay gente de un solo tema de conversación y gente de conversación inabarcable. Sobre lo que sea, porque ‘dominan’ cualquier temática sin cuestionar que quizá no tanto. En fin, hay personas que transpiran paz y otras de gesto bélico. Gente que te recibe siempre con una sonrisa (bien por ellos) y gente a la que les cuesta ‘mascullar’ un saludo. Y dibujando tipologías podría seguir un rato largo…

Y es curioso, que si te esfuerzas por intimar y trata de sacar de su ensimismamiento al ensimismado, rebajar la hostilidad del beligerante, arrancar un saludo efusivo al maleducado o cambiar de tema de conversación con el monotemático, la mayor parte de las veces te encuentras incomprensión, cuando no antipatía, al otro lado y decides que ya somos mayorcitos para andar por ahí como un Robin Hood a la inversa, es decir: quitándote tú propia alegría para dársela a los ‘especiales’ de la película que nunca regalan ningún esfuerzo.

Eso lo comprendes en determinado momento de tu vida. Al igual que comprendes que lo mejor es ser tú mismo y obviar, directamente, la opinión que tengan de ti los demás. Pecado de juventud es intentar agradar a todos, no siendo conscientes de que por bien que lo hagamos, o por buenos que seamos, siempre habrá gente a la que le caigamos mal. ¿Y qué importa eso?.

Luego también la vida te va enseñando, a base de experiencias más o menos dolorosas, que hay gente de la que te debes apartar y gente a la que te tienes que pegar. Que de entrada es razonable y positivo confiar en todo el mundo, pero es de locos poner la confianza de nuevo en alguien que te traicionó. Que entre los amigos hay que alejarse de aquel que habiéndote podido ayudar en un momento de necesidad, no lo hizo y, sin embargo, dar el alma por ese otro que está cuando todos los demás se han ido.


"Nunca me ha interesado el poder y la fortuna
 lo que admiro son las flores que crecen en la basura"

2 comentarios:

  1. A veces por desgracia, el amigo en el que más confías es el que te da la espalda. Aunque claro según como se mire, ya que si te da la espalda, lo mismo te está invitando a pasearte a hombros. Muy bueno el vídeo de Fito, este artista me gusta mucho. Tiene canciones muy buenas y pegadizas.

    Besos India Rebelde.

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  2. Me encanta Fito y los Fitipaldis, India.
    Algunas veces te llevas desilusiones con los amigos; tal vez signifique que no lo eran tanto. Lo cierto es que hay que intentar rodearse de gente que te ofrezca cosas interesantes y que esté contigo por lo que eres no por lo que tienes.

    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

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La herida causada por una lanza se puede curar, pero la causada por la lengua es incurable....

Proverbio árabe.