Hoy traigo un texto de José Saramago, una
vez mas me deslumbró con sus palabras, su sinceridad y su luz ante
tanta hipocresía y consternación. La inmigración, o mejor dicho los migrantes,
porque aquellos que se mueven no solo son los que vienen de otras latitudes, son también los que salen de tu país y entran a otro. Las migraciones han existido siempre y así como desde Venezuela o America latina se fueron al norte y al otro lado del atlántico ahora es Venezuela o America latina quien recibe de otras tierras hombres y mujeres que buscan, un futuro mejor.
En España, en el aeropuerto de Barajas,
regresando de un viaje viví una escena que nunca
podré olvidar. Mientras yo me despedía de amig@s y de unos
días enredada entre copas de vino, platos de paella espectaculares, besos y abrazos que vienen y van,
sucedió que una familia entera se agolpaba en aquellas filas
interminables antes de embarcar. No supe hasta el ultimo momento que
apenas dos pasajeros, un matrimonio joven, iban a despegar y el resto
estaba para despedirse con lágrima sabor a desesperanza.
A pesar de que el dolor y la
tristeza se les agarraba a la espalda, al cuello y al corazón, los viajeros mantenían la sonrisa forzada porque había dos criaturas que lloraban sin parar. No tendrían mas de 3 y 5 años y sus manitas pequeñas querían quedarse agarradas para siempre a sus papas que se les escurrían como agua entre los dedos.Yo que no se decir adiós sin llorar, me vi envuelta en la despedida, y lloré por ellos que ni sabían a donde iban, por mi porque tengo un trozo de corazón allá y el dolor no me dejaba respirar, por los niños que se quedaban sin papas, por los días interminables que tuve que vivir sin sonrisas ni ganas de llorar, por las noches frías que esa familia, como muchas otras tendrían que pasar divididos y porque ni ellos sabrían cuando se volverían a encontrar...
tristeza se les agarraba a la espalda, al cuello y al corazón, los viajeros mantenían la sonrisa forzada porque había dos criaturas que lloraban sin parar. No tendrían mas de 3 y 5 años y sus manitas pequeñas querían quedarse agarradas para siempre a sus papas que se les escurrían como agua entre los dedos.Yo que no se decir adiós sin llorar, me vi envuelta en la despedida, y lloré por ellos que ni sabían a donde iban, por mi porque tengo un trozo de corazón allá y el dolor no me dejaba respirar, por los niños que se quedaban sin papas, por los días interminables que tuve que vivir sin sonrisas ni ganas de llorar, por las noches frías que esa familia, como muchas otras tendrían que pasar divididos y porque ni ellos sabrían cuando se volverían a encontrar...
A veces me acuerdo de ellos y pienso que quizás ella esté cuidando a los hijos de otros,
despertandolos cada mañana como si fueran los suyos, preparando el
desayuno con la misma emoción que si los volviera a encontrar, viviendo
cada segundo con intensidad y dandoles todo el cariño que a los suyos no les puede dar... mientras puede que èl trabaje con mucho esfuerzo o sentado en un rincón,
sirviendo mesas, atendiendo mujeres y hombres con prisa que nunca le
miran a los ojos porque no saben ni quieren saber que hay detrás... o
quizás todos estén ya juntos y sonriéndo porque alguien les dio la mano y se pudieron salvar... y son felices trabajando y construyendo una nueva comunidad...
Lo
cierto es que este es solo un ejemplo de la cantidad de casos que se
pueden encontrar alrededor de muchos países y a lo largo de la historia
de la humanidad...
Hoy
leyendo el texto de Saramago, surgen preguntas en mi cabeza...la verdad es que no tengo respuestas
pero lo que me inquieta es justo lo que expone él. ¿por qué será que nos cuesta tanto entender
a aquellos que necesitan de nosotros? ¿Será que se nos olvidó lo que
algún día alguno de nuestros antepasados tuvo que pasar...?
Y yo reflexiono:
Los sueños del capitalismo engendran monstruos. Manos y brazos que trabajan sin cuerpo y sin alma...
Los sueños del capitalismo engendran monstruos. Manos y brazos que trabajan sin cuerpo y sin alma...
El desplazamiento de grandes grupos humanos en millones de personas sea por razones económicas, de guerra, o todo tipo de persecuciones no es de ahora, y las consecuencias en el pasado y en el presente son similares a pesar del avance de las comunicaciones. Era un mal que solo les ocurría a los países pobres, ahora el abanico se amplía a los países ricos, como se ha ampliado la hegemonía del neoliberalismo.
ResponderEliminarBesos India Rebelde!!!
Asi es amigo Aristos, y pensar que el año pasado, el congresista republicano Steve King, vicepresidente del subcomité de Inmigración de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, comparó a los inmigrantes con perros, el legislador aludió a la forma en que Estados Unidos debe elegir a los inmigrantes, que en su opinión es “como escoger un perro de caza entre una manada, donde hay que escoger a los mejores, según las necesidades que se tengan”... Es una situacion muy triste y lamentable, tener que abandonar su familia, amigo y Patria... para ser tratados asi...
Eliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=zwGVf0GU5NQ
Besos amigo!