lunes, abril 28, 2014
sábado, abril 26, 2014
“He
conocido escritores que ignoran que lo son. Necesitan de algo, a veces
de una absoluta nimiedad que los despierte. Aunque aparentemente parecen
desconocerlo, suplican ser descubiertos por la vida. Se abrazan al
papel en blanco queriendo ser dios de un mundo ínfimo; con sus emociones
contenidas, rozan siempre el filo del todo y de la nada. Por eso viven
expectantes, atentos a la respiración del
mundo. Se creen resecos y, de pronto, de la nada brota una brizna, una
hoja frágil pero inequívocamente verde, entonces florecen...
El escritor tiene más vidas que un gato, nace y muere en cada libro.
El escritor nunca deja de serlo... aunque no escriba; es algo que lleva dentro, como el corazón o el hígado.
El escritor no se hace, tiene una vida subterránea a la vida, va por dentro. La gramática y los sueños son su alma”
Ella, que todo lo tuvo – Ángela Becerra
El escritor tiene más vidas que un gato, nace y muere en cada libro.
El escritor nunca deja de serlo... aunque no escriba; es algo que lleva dentro, como el corazón o el hígado.
El escritor no se hace, tiene una vida subterránea a la vida, va por dentro. La gramática y los sueños son su alma”
Ella, que todo lo tuvo – Ángela Becerra
La
música de Ludovico Eunaui para celebrar el pasado Día
del Libro.
Dos de mis pasiones juntas, el mundo de los libros y la
delicada música de Ludovico que parece endulzar todo corazón.
Si por mi fuera, tendria para toda mi vida…. libros, música…y rosas.
Si por mi fuera, tendria para toda mi vida…. libros, música…y rosas.
sábado, abril 19, 2014
El periodista y escritor uruguayo,
nos invita a reflexionar acerca de cómo el miedo a tomado un lugar
importante en nuestras vidas; de cómo influye en nuestro albedrio, en
nuestras decisiones importantes y cotidianas; y cómo se fabrica y
propaga esos miedos, muchas veces injustificados o exagerados, a través
de los medios de comunicación en pro de una agenda de gobierno o interés
económico.
El Verdadero Caracter de un Toro
La verdad del carácter real de un toro en estado natural.
Es capaz de convivir con los humanos sin atacar,
sintiéndose querido y libre.
sintiéndose querido y libre.
Que un personaje sin nada en el alma, capaz de perseguir brutalmente a un pobre animal con lanzas, y capaz de conseguir el honor de ser el que finalmente lo mata, que este personaje se convierta en un héroe premiado, envidiado por sus vecinos y mimado por los colegas, quiere decir que estamos realmente mal.
Quiere decir que somos una raza embrutecida, envilecida, vergonzosa. Quiere decir que no somos capaz de reaccionar ante nuestra propia barbarie, quiere decir que no existe masa crítica, quiere decir, en definitiva, que hace buena la leyenda de qué EL SER HUMANO ES EL MÁS MALVADO DE LOS ANIMALES…
Quiere decir que somos una raza embrutecida, envilecida, vergonzosa. Quiere decir que no somos capaz de reaccionar ante nuestra propia barbarie, quiere decir que no existe masa crítica, quiere decir, en definitiva, que hace buena la leyenda de qué EL SER HUMANO ES EL MÁS MALVADO DE LOS ANIMALES…
viernes, abril 18, 2014
“Confieso
que he pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión. Sé que me espera
una larga condena en el infierno y que he perdido toda esperanza de
redimirme porque además, tengo el alma tan oscura que en ella no brilla
la luz del arrepentimiento.
Confieso que he pecado, como todos.
Aunque jamás haya matado a nadie ni me guste mentir con frecuencia;
aunque no me haya robado un peso del presupuesto público ni haya
comprado conciencias. Pero he pecado porque le he fallado a Dios y a
los muchos profetas que en su nombre nos fiscalizan.
He pecado
porque en vez de quemar los libros prohibidos, como procurara uno de
esos profetas, los he llevado a mi biblioteca. Con curiosidad he
leído novelas concupiscentes de un tal García Márquez, que hablan de
incestos, de curas que levitan y de sexo prematrimonial. En la
desproporción de una imaginación indigna para cualquier creyente, admito
que Gabo, como me gusta llamarlo, despertó en mí el vicio de la
literatura. Pecado mortal.
Confieso también que he leído a
Russeau y a Nietzsche, víctimas también de hogueras fanáticas, y en
mi sacrílega autoconciencia, han hecho que mi fe pierda contundencia.
He pecado porque mi ignorancia no me permite discernir entre lo que
está bien a los ojos de Dios y lo que está mal. Ingenuamente me he
atrevido a pensar que los homosexuales tienen derecho a casarse y a
adoptar niños si así se les antoja, cuando en las Sagradas Escrituras
se afirma que debemos lapidarlos hasta la muerte o en su defecto,
quemarlos como en Sodoma. He pecado porque creo en las libertades
individuales y en la educación de calidad y me opongo a cualquier
forma de discriminación. Defiendo y respeto los derechos reproductivos
de las mujeres y la legalización de la droga, aunque eso enoje a Dios y a
sus mesías.
He pecado porque juré ante Dios que mi matrimonio
perduraría hasta la muerte y por dignidad no fui capaz de cumplirle.
Sabía que mi deber era perpetuar mi infelicidad y mantener el Sagrado
Vínculo, como hacen tantos buenos cristianos, pero abdiqué sin
miramientos. Preponderé mi tranquilidad sobre valores cristianos tan
bellos como la abnegación y el sacrificio. Por eso sé que no tengo
vergüenza ni perdón de Dios.
He pecado porque creo que Dios está
en todas partes (o más bien en ninguna) y no considero necesario hacer
parte de una comunidad de fieles. Por mi vanidad, no he permitido que
el Espíritu Santo me ilumine y por medio de sus profetas, me diga por
quién votar, a quién juzgar o cuánto dinero pagar para consolidar la
empresa material de Dios.
He pecado porque no alcanzo a
comprender la dimensión de la obra de Dios en la Tierra, y me pregunto
en voz baja por qué las iglesias no declaran renta y están exentas de
tantos impuestos. (…)
Por lo anterior y por muchos otros
pecados de menor calibre, sé que con mi alma no hay indulgencia que
valga. Inútil sería dar diezmos buscando el perdón de Dios si mi
arrepentimiento no es sincero, así que mientras me llega el castigo
eterno no me queda más que buscar mi felicidad en esta vida terrena”.
Andrés Burgos
domingo, abril 06, 2014


Nunca es demasiado tarde o temprano para ser quien quieres ser. No hay límite de tiempo, empieza cuando quieras. Puedes cambiar o quedarte igual. Esto no tiene reglas. Sacarle lo mejor a tu peor momento. Ojalá le saques lo mejor. Ojalá puedas ver cosas que te detengan. Ojalá puedas sentir cosas que jamás sentiste. Ojalá conozcas personas con puntos de vista diferentes. Ojalá vivas una vida de la que te enorgullezcas. Y si no es así, ojalá tengas la fuerza para empezar de cero.
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