“La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él
considera como su deber para su pueblo y su país, puede descansar en
paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto,
dormiré por
toda la eternidad”
Nelson Mandela
Nelson Mandela, héroe sudafricano que hoy 18 de julio cumple 95
años de edad, su vida y lucha me inspiran a escribir sobre su
incansable pelea contra el apartheid. Mandela, premio Nobel de la paz
del año 1993, primer presidente democrático de Sudáfrica y ganador de
más de 250 reconocimientos a nivel mundial, digno representante de los
afrodescendientes, hombre integro que nunca desistió en la defensa de
sus ideales y en la búsqueda del bienestar de la humanidad. Hoy en el
día internacional de Nelson Mandela decretado por la Asamblea General de
las Naciones Unidas en el año 2009, como reconocimiento a su notable
contribución por la búsqueda de la paz y libertad de
Sudáfrica, es
inevitable sentir sentimientos encontrados al ver a tan insigne hombre
delicado de salud, me hace recordar los días de angustias vividos por la
enfermedad del gigante Hugo Chávez, ver enfermar y morir hombres tan
grandes es una experiencia muy poco agradable.
Hoy, me uno al llamado que hace la fundación que lleva su nombre en
dedicar 67 minutos de mi tiempo a ayudar a los demás, ya que durante 67
años este hombre dedico su vida al servicio de la humanidad,
promocionando la protección de los derechos humanos, la igualdad entre
los géneros, los derechos de los niños y de los desposeídos. Me
enorgullezco de haber nacido en una época donde pude conocer a hombres
como Mandela y Chávez sus vidas me inspiran a luchar en mi cotidiana y
normal realidad, entendiendo que los derechos de los que hoy gozo y
privilegios que hoy tengo, fueron luchados y defendidos por seres
humanos majestuosos como Hugo y Nelson.
Mandela quien estuvo preso 27 años y gobernó su país entre los años 1994
y 1999, fue un niño que el primer día de escuela a los 7 años de edad
asistió al colegio con unos pantalones de su padre, atándolos con una
cuerda a su cintura. Ese niño se convertiría a través de los años en un
héroe sudafricano siendo una de las figuras más importantes en las
luchas por la igualdad racial.

“El
mundo rico pretende olvidar que las causas del subdesarrollo y la
pobreza fueron la esclavitud, el coloniaje, la brutal explotación y
saqueo a que fueron sometidos durante siglos nuestros países. Nos miran
como pueblos inferiores. Atribuyen la pobreza que sufrimos a la supuesta
incapacidad de los africanos, los asiáticos, los caribeños y
latinoamericanos, es decir, los negros, los indios, los amarillos y los
mestizos para desarrollarnos e incluso para gobernarnos.”
”Albergo la más firme convicción de que el actual orden económico
impuesto por los países ricos no sólo es cruel, injusto, inhumano,
opuesto al curso inevitable de la historia, sino también portador de una
concepción racista del mundo como las que en su tiempo inspiraron en
Europa al nazismo de los holocaustos y de los campos de concentración
que hoy llaman en el Tercer Mundo centros de refugiados, y que son
realmente concentrados por la pobreza, el hambre y la violencia; las
mismas concepciones racistas que en África inspiraron al monstruoso
sistema del apartheid.”
“No puede olvidarse que el subdesarrollo y la pobreza actuales son la consecuencia de la conquista, la colonización, la esclavización y el saqueo de la
mayor parte de la Tierra por las potencias coloniales, el surgimiento
del imperialismo y las guerras sangrientas por nuevos repartos del
mundo. Hoy tienen la obligación moral de indemnizar a nuestros países
por el daño que les hicieron durante siglos.”
Dios te bendiga Madiba, y que ese mismo Dios te reciba en su seno con mucha paz, la que pides para el mundo y la que mereces.